Leyenda de la Xtabay

Ebrios, lujuriosos y noctámbulos son las presas que la guapa mujer de cabellera espesa busca.



Enfundada en un hipil blanco resplandeciente, que deja ver las curvas de su torneado cuerpo, la mítica figura femenina que peina su larga cabellera negra a lado de un árbol, aterra a los hombres.

Ebrios, lujuriosos y noctámbulos son las presas que pueden ser seducidas, hasta conducirlas al Xibalbá (el mundo subterráneo donde reina la muerte y la enfermedad).

"Si se te aparece no le veas el rostro", es la consigna que por herencia de transmite entre los yucatecos. Es la Xtabay, alertan.

Xtabay, una mujer conocida como Xkeban (pecadora), era la antitésis de Utz-Colel. Era muy bella y se entregaba al pecado del amor. Aún piadosa en sus acciones con el prójimo fue criticada y rechazada hasta el día de su muerte, cuando sus virtudes como persona hicieron que su cuerpo emanara un agradable aroma que reveló al pueblo su verdadera esencia.

Dice la leyenda urbana que de su tumba emanaron unas flores delicadas llamadas Xtabentun, que más tarde dieron nombre al delicioso licor yucateco; así -al igual que la mujer- ésta embriaga dulcemente a los hombres.

Incrédula, la "perfecta" y preciada Utz-Colel renegó del agradable perfume, creyéndolo imposible como aroma de una pecadora; al paso del tiempo también ella murió y a diferencia de Xtabay, comenzó a despedir una insoportable hedor como esencia de su ser.

Después de muerta pidió ayuda a los malos espíritus para volcarse al amor como lo hizo Xkeban, así vuelve a la tierra para enamorar a los hombres, pero con un amor que mata.

Quien encuentra a la falsa Xtabay y cae ante ella es hombre muerto: los invita a una caminata, los seduce, y les deja muestra de sus afiladas uñas. Algunos dicen que toma forma de árbol, otros que se ensaña con los viajeros.

Aquí debajo, se presenta un video con un testimonio:

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